Dedos de espuma acarician conchas.
Recorro el camino en busca de mi horizonte de libertad.
No hay rayo verde,
solo pájaros de colores danzando con el viento.
Se deslizan por el cielo con la misma ligereza que mi corazón.
Esquivo las piedras, soltando los nudos que me aprietan.
Ni tú ni yo podemos cambiar lo que es,
pero sí aprender a mirar diferente,
aunque solo sea esta vez.
Canto y acaricio el sol de primavera,
me deslizo con la levedad otorgada por este momento.
No hay rayo verde,
solo pájaros de colores danzando con el viento.
Ni tú ni yo podemos escoger,
solo vivir,
vivir esta vez.
Patricia Bernardo © 2023
Foto: Un rincón de Cádiz.