Hace unas semanas creé una lista de canciones, con la esperanza de que se convirtiesen en la banda sonora de este verano, pero de tanto escucharlas se han ido gastando con cada paso. No se puede estar huyendo siempre, eso dicen Maggie y Ernest, aunque «siempre» sea una palabra tan escurridiza como este horizonte de líneas difusas.
Miedo. Calma. Esperanza.
Cuando estas canciones se queden atrás, llegarán otras que también se acabarán yendo. ¿Lo harán? Los días de verano son así de caprichosos. Pero se que algún día, en el lugar más inesperado, volverán. Habrá pasado el tiempo suficiente para recordarlas, asociadas a ese momento o a cualquier otro que mi cabeza haya escogido.
No. No se puede huir siempre. Por mucho que me empeñe en caminar, las canciones estarán ahí para recordármelo.
Autora: Patricia Bernardo © 2024.
Imágen: Praia de Llás. Foz (Galicia)
Música: Don´t walk out that door. Joe Louis Walker.
6 comentarios
Qué realidad tan aplastante!!!!
Me encanta!
Gracias querida Susana ❤️ Así es, las canciones siempre llegan para recordarnos casi todo.
Hola Patricia, así es. Hay canciones que se van y otras ocupan su lugar, pero algunas, permanecen en algún rincón de nuestra alma porque van asociadas a vivencias y, cuando las vuelves a escuchar cobran vida.
A mi me pasa que tengo momentos de mi vida, asociado a canciones y, al escucharlas…mi mente se va de ronda.
Como siempre, me encanta lo que dices y cómo lo dices. Un abrazo
Son nuestra memoria. Gracias por leerme Conchi.
Que sería de nosotras si no hubiera música en nuestra vida? Sería una película de cine mudo. Y la felicidad redonda es poder cantar a pleno pulmón las canciones que van acompañando tu vida. Levanto mi copa para cantar contigo
La felicidad y la unión de la música es vida.